De pronto, supe que podía besar su cuello o la comisura de sus labios, con absoluta impunidad. Supe que me dejaría hacerlo, y hasta que cerraría los ojos, como enseña Hollywood.
domingo, 30 de mayo de 2010
vidavidavida
La vida sin emoción, sin aventura, no es vida, y sin fallos no es divertida. Recuerdo que me perdí dentro de tu boca una y otra vez... es algo que no volverá a pasar. Y es que he averiguado que de los errores se aprende, y eso es ley de vida.
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